Marimurtra, un jardí­n botánico excepcional

El Marimurtra es uno de los jardines botánicos más antiguos y preciados de Europa. Promovido a principios del siglo XX por un apasionado de la botánica, el alemán Karl Faust, se ha convertido en un lugar único por sus caracterí­sticas.

El Jardí­n Botánico Marimurtra es una frondosa balconada suspendida sobre los primeros acantilados de la Costa Brava. Los mejores arquitectos, paisajistas y botánicos de la época fueron los artí­fices de este espacio, fruto de la pasión de un comerciante que encontró en la localidad de Blanes el lugar ideal donde hacer realidad su sueño.

Atravesando la portalada de entrada al recinto podrás admirar un edificio novecentista obra de Josep Goday. Esta entrada marca la transición a un microcosmos de vida, un espacio que reúne los cinco continentes en cuatro hectáreas. Pasea por los senderos, siguiendo siempre el camino de la izquierda, y en una hora y media completarás el recorrido por parajes idí­licos con la naturaleza como protagonista.

Hasta 4.000 especies crecen aquí­ tal como lo harí­an en sus lugares de origen gracias a la reconstrucción de cada paisaje. El jardí­n se divide en tres ámbitos —tropical, templado y mediterráneo— organizados por comunidades vegetales —«fitoepisodios»— de diferentes lugares del mundo. La zona de la Pérgola, las Araucarias centenarias y los Cinco Mediterráneos son sólo algunos de los puntos de interés de este espacio.

El carácter único del jardí­n viene dado por el alto valor botánico y la antigí¼edad de sus ejemplares, así­ como también por la singularidad de los elementos arquitectónicos que lo integran. La plaza Goethe es el punto de partida a uno de los miradores más impresionantes de la costa. Una larga escalera flanqueada por lienzos de vegetación y flores te llevará al templete de Linné, asomado al mar. Desde este punto, y siguiendo la lí­nea del acantilado, encontrarás tres miradores más, entre ellos el de Margalef, que ofrece la vista más salvaje del litoral.

El jardí­n es también un espacio con clara vocación docente. Los más pequeños pueden introducirse en el mundo de la botánica en la huerta biológica, y los que ya no lo son tanto pueden ampliar sus conocimientos de etnobotánica o de genética en la zona de Mendel.

El Marimurtra es un jardí­n vivo que cada dos semanas cambia su fisonomí­a, con la floración de nuevas plantas y los diversos matices de las hojas. Por esto, cada visita es un descubrimiento.

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